La española que dio la vuelta al mundo sin tomar un avión: En un mundo donde volar de un continente a otro es cosa de todos los días, una mujer española rompió todos los esquemas al dar la vuelta al mundo sin subir jamás a un avión. Hablamos de Cristina Spínola, una intrépida aventurera de las Islas Canarias, que recorrió 27 países durante tres años en bicicleta. Su historia no solo es impresionante: es una lección poderosa sobre sostenibilidad, resiliencia y empoderamiento femenino.
Olvídate del clásico billete de vuelta al mundo. El viaje de Cristina fue sin aviones, en solitario y autofinanciado. Sí, leíste bien: sin aerolíneas, sin equipo técnico y sin GPS diciéndole por dónde ir. Solo una mujer, su bicicleta y una enorme determinación por cambiar el mundo, pedaleo a pedaleo.

La española que dio la vuelta al mundo sin tomar un avión
Aspecto | Detalles |
---|---|
Nombre | Cristina Spínola |
Nacionalidad | Española (Islas Canarias) |
Duración del viaje | 3 años (2014–2017) |
Medios de transporte | Bicicleta, barco, tren, autobús |
Distancia recorrida | Más de 30.000 km (18.640+ millas) |
Países visitados | 27 |
Objetivos principales | Promover la igualdad de género, viajar de forma sostenible |
Sitio oficial | CristinaSpinola.com |
La vuelta al mundo sin vuelos de Cristina Spínola es mucho más que una aventura. Es una invitación a cambiar tu forma de pensar. Tanto si eres soñador, planificador o profesional, su historia demuestra que con coraje, propósito y un poco de pedal, todo es posible.
Su legado nos recuerda que el camino menos transitado suele ser el más enriquecedor.
Entonces, ¿te animas a dejar el avión y salir a rodar por el mundo?
¿Por qué lo hizo?
La misión de Cristina fue mucho más que un reto personal. Quería visibilizar la desigualdad de género e inspirar a las mujeres de todo el mundo a romper con las limitaciones sociales.
Después de renunciar a su trabajo como periodista de televisión, se dio cuenta de que su sueño aún no se había cumplido. Así que empacó su vida, se subió a una bici y decidió usar su viaje como plataforma de cambio social.
“Quería demostrar que una mujer sola puede llegar muy lejos, literal y metafóricamente.”
¿Cómo lo logró sin volar?
Veamos paso a paso cómo Cristina organizó este viaje épico.
1. Elegir medios de transporte alternativos
Cristina usó:
- Bicicleta: Su medio principal. La llamaba “su compañera”.
- Trenes y autobuses: Especialmente en zonas con terrenos difíciles.
- Barcos: Para cruzar océanos y mares. Viajó en barcos de carga o ferris.
Nada de Uber. Nada de jets privados. Solo ingenio y mucha voluntad.
2. Planificación de la ruta
Trazó cuidadosamente un itinerario sin vuelos, partiendo desde España, atravesando Europa, Asia, Oceanía y América. Algunas etapas destacadas:
- Cruce del Atlántico en un barco de carga desde Sudamérica.
- Travesía de los Andes en bici.
- Superar el Outback australiano sin GPS.
3. Financiamiento del viaje
Cristina se sostuvo económicamente a través de:
- Colaboraciones con medios de comunicación.
- Conferencias y charlas.
- Venta de eBooks y cursos sobre viajes y empoderamiento.
Redujo gastos durmiendo en casas de familias locales, acampando o usando couchsurfing. Una verdadera maestra del presupuesto.
¿Qué desafíos enfrentó?
Seamos realistas. Viajar sola en bicicleta por regiones remotas no es color de rosa.
Seguridad
- Acoso e intentos de agresión: Tuvo varios episodios peligrosos, pero siempre confió en su intuición.
- Animales salvajes: En Australia se encontró con serpientes y perros salvajes.
- Clima extremo: Desde nieve en el Himalaya hasta calor abrasador en el Sahara.
Salud mental
Estar sola por largos periodos puso a prueba su fortaleza emocional. Se apoyó en la escritura, la meditación y la conexión con personas locales.
Desgaste físico
Lidiar con lesiones, fatiga y alimentación limitada fue parte del día a día.
Pero jamás se rindió. Ni una sola vez.
¿Por qué este viaje importa?
El recorrido de Cristina no es solo una aventura: es una revolución. Utilizó su viaje para:
- Defender los derechos de las mujeres: Habló en escuelas, colectivos y medios internacionales.
- Mostrar un turismo sostenible: Al evitar los vuelos, redujo drásticamente su huella de carbono.
- Apoyar comunidades locales: Fue voluntaria en zonas desfavorecidas.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la aviación representa cerca del 2,5% de las emisiones globales de CO2. El enfoque de Cristina es un ejemplo práctico de cómo viajar de forma responsable.
Fuente: PNUMA sobre emisiones
¿Quieres hacer algo similar? Guía paso a paso
¿Te sientes inspirado? Aquí tienes una guía sencilla para organizar tu propia aventura sin aviones.
Paso 1 – Define tu propósito
¿Sostenibilidad? ¿Crecimiento personal? ¿Aventura? Saber tu “por qué” te ayudará a mantener el rumbo.
Paso 2 – Elige tu transporte
- Bicicleta para libertad y ejercicio.
- Trenes para comodidad y vistas.
- Barcos para cruzar distancias largas.
- Autobuses por su bajo costo.
Paso 3 – Planifica tu ruta
Herramientas útiles:
- Rome2Rio
- Seat 61 (ideal para trenes)
Paso 4 – Presupuesto inteligente
Sigue tus gastos con apps como Trail Wallet o Spendee. Ahorra:
- Acampando
- Cocinando tú mismo
- Hospedándote con locales
Paso 5 – Seguridad ante todo
- Informa a alguien de tus movimientos.
- Lleva un rastreador GPS.
- Aprende defensa personal básica.
Paso 6 – Documenta tu viaje
Cristina compartió todo en su blog. Contar tu historia genera comunidad y oportunidades.
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Preguntas Frecuentes
¿Es seguro viajar sola siendo mujer?
Sí, tomando precauciones. La experiencia de Cristina lo demuestra. Confía en tu intuición y mantente alerta.
¿Cuánto dinero necesito para un viaje así?
Varía mucho, pero muchos viajeros con bajo presupuesto gastan menos de $1.000 USD al mes.
¿Y si no hablo el idioma local?
Aprende frases básicas, usa apps de traducción y sonríe mucho. La amabilidad es universal.
¿Puedo viajar de forma sostenible sin perder comodidad?
Totalmente. Los trenes, autobuses y el “slow travel” pueden ser cómodos y ecológicos.
¿Qué pasa si me enfermo o me lesiono?
Contrata un buen seguro de viaje y lleva un botiquín básico. Cristina lo logró, y tú también puedes hacerlo.