Irene Montero Irrumpe en Acto de Perdón de la Iglesia y Desata el Caos con Ana Redondo Presente

El 9 de junio de 2025, Irene Montero interrumpió un acto de perdón organizado por la Iglesia para las víctimas de abusos franquistas, generando tensión política. Mientras Montero exigía justicia, Ana Redondo defendió el diálogo, destacando el enfoque institucional hacia la reconciliación.

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El 9 de junio de 2025, un momento inesperado y tenso se produjo durante un acto de perdón organizado por la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) en Madrid. Irene Montero, exministra de Igualdad de España, irrumpió en el evento que tenía como objetivo pedir disculpas a las supervivientes del “Patronato de Protección a la Mujer” durante la dictadura de Franco. El evento, destinado a reconocer el sufrimiento de las mujeres que vivieron bajo ese sistema, se transformó rápidamente en un escenario de protesta y tensión política cuando las víctimas y los manifestantes interrumpieron la ceremonia, exigiendo justicia y responsabilidad. A continuación, desglosamos el evento y su importancia.

Irene Montero Irrumpe en Acto de Perdón de la Iglesia
Irene Montero Irrumpe en Acto de Perdón de la Iglesia

Irene Montero Irrumpe en Acto de Perdón de la Iglesia

EventoDetalles
Fecha9 de junio de 2025
UbicaciónFundación Pablo VI, Madrid
Personajes ClaveIrene Montero, Ana Redondo, y víctimas del Francoísmo
ProtestaLas supervivientes del “Patronato” interrumpieron el evento
Temas ClaveAbusos históricos, tensión política, demandas de justicia
Acciones PropuestasIrene Montero exige investigación y acceso a archivos
ResultadoEl evento fue interrumpido; reacciones mixtas de figuras políticas y del público
Fuente OficialEl País – Cobertura Completa

La interrupción del acto de perdón el 9 de junio marcó un momento importante en la lucha continua por la justicia de las supervivientes del Patronato de Protección a la Mujer. Mientras que la intervención de Irene Montero planteó una llamada de atención a la transparencia y la acción, la respuesta más diplomática de Ana Redondo subrayó la necesidad de un enfoque de reconciliación y diálogo. Este evento resalta la complejidad de abordar los traumas históricos en un clima político cargado.

Para España, este acto es un recordatorio de que la curación y la justicia son procesos largos que requieren tanto el reconocimiento institucional como la acción genuina. A medida que las víctimas del Patronato continúan luchando por lo que les corresponde, está claro que sus voces no serán silenciadas, sin importar el clima político.

Entendiendo el Evento y Su Significado

El Patronato de Protección a la Mujer fue una institución estatal creada bajo el régimen de Franco entre 1941 y 1985. Originalmente, se estableció para “proteger” a las mujeres consideradas “problemáticas” para el régimen, un término que se usaba para justificar el abuso, el maltrato y el internamiento forzoso de mujeres que no habían cometido ningún delito. En realidad, muchas de las mujeres enviadas a estos centros fueron simplemente consideradas “problemáticas” según los estándares del régimen, lo que las llevó a sufrir abusos físicos, psicológicos e incluso sexuales.

Durante años, las supervivientes de este sistema, que hoy en día se les conoce como las “descarriadas”, han luchado por justicia, reconocimiento y reparaciones por los traumas sufridos. Su lucha ha contado con el apoyo de figuras políticas como Irene Montero, quien ha sido una firme defensora de los derechos de las mujeres y la justicia social.

El 9 de junio, la Iglesia, representada por la CONFER, organizó un acto de perdón con la intención de reconocer el sufrimiento causado por el Patronato. El evento estaba destinado a ser un gesto público de curación y reconciliación, pero las cosas tomaron un giro inesperado cuando Montero llegó y las víctimas comenzaron a protestar.

La Controversia

La interrupción del evento ocurrió cuando las víctimas, que estaban sentadas durante la ceremonia, se levantaron y comenzaron a gritar “¡Verdad, justicia y reparación!” levantando pancartas con la palabra “NO”, rechazando las disculpas y exigiendo una acción real más allá de palabras vacías. Estas mujeres, que han luchado durante años por justicia, dejaron claro que no se conformaban con un simple perdón simbólico.

Irene Montero aprovechó la oportunidad para exigir al Gobierno y a la Iglesia que abrieran todos los archivos relacionados con estos centros y anunciara que su grupo político, Podemos, impulsaría una comisión de investigación para esclarecer los hechos. Montero intervino de manera contundente, tomando una postura firme en su demanda de transparencia.

Por su parte, Ana Redondo, la actual ministra de Igualdad, adoptó un enfoque más moderado. Redondo describió el acto como “un primer paso hacia la reconciliación real”, reconociendo el dolor y la rabia de las víctimas, pero también subrayando la importancia del diálogo y la comprensión mutua.

Dinámicas Políticas

La yuxtaposición de las reacciones de Montero y Redondo resaltó los diferentes enfoques dentro de la política española. Montero, proveniente de un trasfondo más activista y de izquierda, fue vocal y sin compromisos en sus exigencias de justicia. En cambio, Redondo, representando una postura más institucional, se centró en los aspectos diplomáticos del evento, esperando promover un cierre y entendimiento entre la Iglesia y las víctimas.

Esta tensión entre las dos figuras políticas subraya la división existente en España sobre cómo abordar las heridas del pasado. Mientras algunos, como Montero, exigen un enfoque más agresivo y transparente, otros, como Redondo, creen que la reconciliación debe manejarse con cuidado y respeto por todas las partes involucradas.

Historia del Patronato de Protección a la Mujer

Para comprender completamente la magnitud del evento del 9 de junio, es necesario conocer la historia del Patronato de Protección a la Mujer. Creado en 1941 durante la dictadura de Francisco Franco, este patronato fue una institución destinada a “proteger” a las mujeres que el régimen consideraba inmorales o problemáticas para su visión del orden social y la familia.

Las mujeres que fueron objeto de este “proteccionismo” eran etiquetadas como “mujeres caídas” o “desviadas” por razones tan simples como tener hijos fuera del matrimonio, oponerse al régimen o simplemente ser demasiado independientes. Estas mujeres eran enviadas a conventos o centros gestionados por la Iglesia o el Estado, donde enfrentaban condiciones extremadamente duras, trabajo forzado y, en muchos casos, abusos físicos y sexuales.

Aunque el Patronato fue oficialmente disuelto en 1985, el legado de abuso que dejó atrás sigue siendo un peso para muchas de las víctimas. Durante años, estas mujeres han luchado por obtener disculpas formales, reparaciones y la liberación de documentos oficiales que arrojen luz sobre el alcance de los abusos sufridos.

En 2025, las víctimas, que ahora son adultas mayores, siguen esperando la justicia que merecen. Su lucha es una de persistencia y valentía, pero también un recordatorio de una oscura etapa de la historia de España que aún necesita ser enfrentada.

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Preguntas Frecuentes

¿Qué era exactamente el Patronato de Protección a la Mujer?

El Patronato de Protección a la Mujer fue una institución creada por el régimen de Franco para “proteger” a las mujeres consideradas inmorales o problemáticas. Estas mujeres, que no habían cometido ningún delito, eran internadas en conventos o centros bajo el control del Estado, donde muchas veces sufrían abusos físicos, psicológicos y sexuales.

¿Por qué Irene Montero interrumpió el evento?

Irene Montero, una firme defensora de los derechos de las mujeres, interrumpió el evento porque consideraba que las disculpas de la Iglesia eran insuficientes. Exigió una mayor transparencia y una investigación a fondo sobre los abusos cometidos en el Patronato. Su intervención también fue una declaración política, subrayando la necesidad de tomar medidas reales en lugar de gestos simbólicos.

¿Cuál fue la respuesta de Ana Redondo al evento?

Ana Redondo, actual ministra de Igualdad, adoptó un enfoque más conciliatorio. Si bien reconoció el dolor de las víctimas, describió el acto como “un primer paso hacia la reconciliación real”. Redondo destacó la importancia del diálogo y el entendimiento mutuo, y no tanto de la confrontación inmediata.

¿Cómo ha respondido el Gobierno español a las víctimas?

El Gobierno español ha tomado medidas para abordar los agravios históricos del franquismo, ofreciendo disculpas oficiales y reparaciones a las víctimas de instituciones estatales. Sin embargo, muchas de las supervivientes aún sienten que no se ha hecho justicia completamente y siguen luchando por una mayor responsabilidad y transparencia.

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